Por: María Isabel Cingolani
Año a año, Konex para Chicos convoca a toda la familia a acercarse al arte con propuestas innovadoras y de calidad. Desde su primera edición en 2008, “se desarrolla la programación artística con dos premisas fundamentales: tener una agenda diversa que puedan disfrutar grandes y chicos, y formar nuevos espectadores, que los niños salgan de las salas con la curiosidad despierta y con muchas ganas de ir a ver otros espectáculos”, señala Noel Yolis, gerenta de Contenidos y Programación de Ciudad Cultural Konex.
“Las vacaciones son un momento ideal para ejercitar un ocio inteligente: es decir, para aprovechar el tiempo para descansar y aburrirse en casa, y también para planificar experiencias compartidas y enriquecedoras que sean disparadoras del circuito creativo que, muchas veces, los chicos que están expuestos a métodos tradicionales de enseñanza tienen dormido”, sostiene Alejandra Campomar, gestora cultural y escritora del blog –declarado de interés cultural por la Legislatura porteña– buenosairesparachicos.com, un espacio en el que difunde actividades creativas para realizar con los niños.
Las propuestas dinámicas que invitan a participar al público, no solo al infantil, “cumplen un rol muy importante en la percepción que los chicos tienen de sus actividades. Un adulto entretenido acompaña muy distinto de aquel que se siente prisionero de una tarea en la que no está a gusto”, afirma Campomar. Un caso preciso para ejemplificar es el de Les Ivans y la máquina de la creatividad, una propuesta integral que despierta y motiva, ya que combina mágicamente ciencia y arte para que todos los recursos escénicos y expresivos (asombrosas destrezas, divertidas actuaciones clownescas, dinámicas coreografías, canciones originales, música especialmente compuesta y ejecutada en vivo, sorprendentes efectos sonoros y lumínicos, ocurrentes textos y proyecciones interactivas) se utilicen en función de conmover y estimular el “pensamiento original” y la “imaginación constructiva” de los espectadores.
Entendemos por pensamiento original al que nos conduce a crear, idear y proyectar por fuera de los límites convencionales y se potencia con las experiencias vividas en diferentes campos y ámbitos que, integrados, abren un mundo infinito de posibilidades. En tanto, la imaginación constructiva “combina elementos a partir del pensamiento original, y pudiendo visualizar determinada solución de antemano, facilita el camino de investigación, de prueba y error, porque muchas veces, ver la solución es el primer paso hacia el logro”, explica Campomar.
El deseo impulsa la creatividad
Materializando estas definiciones, Les Ivans celebra, este 2019, catorce años, y presenta un espectáculo que desafía el pensamiento original y la imaginación constructiva de los participantes. Una obra de teatro, circo, danza y música pensada para niños de entre 3 a 12 años y para todos los integrantes de sus familias con los que ellos decidan compartirlo.
“Por primera vez tenemos director y es, nada más ni nada menos, que Gerardo Hochman, referente del arte y la cultura”, dice Iván Zlachevsky, co-creador de la compañía. Además, Les Ivans y la máquina de la creatividad, cuenta con cinco artistas en escena y con la creación musical de Omar Giammarco. Durante el espectáculo, el pensamiento original y la imaginación constructiva “tienen un punto de unión: la curiosidad como fuerza fundamental del deseo. Ese deseo impulsa a la imaginación y nos lleva a atravesar obstáculos, solucionar problemas o, simplemente, superarnos. Sabemos que no siempre lo que uno desea se obtiene fácilmente, pero creemos que alimentando la curiosidad, sumando muchas horas de esfuerzo y poniendo la mente, el cuerpo y el espíritu al servicio de la creatividad, cualquier deseo puede hacerse realidad”, continúa Zlachevsky.
Al mismo tiempo, la propuesta artística de Les Ivans y la máquina de la creatividad, sobrepasa las expectativas de los espectadores y facilita la participación en forma colectiva. “El espectáculo no podría desarrollarse sin la actividad del público”, sostiene Iván. Así, Sabelotodus e Ignorabus, luego de atravesar una intensa etapa de trabajo y descubrimientos, desarrollan inventos a pedido de la gente durante el encuentro y crean una especie de servicio de “ciencia a la carta” que desafía el ingenio de los espectadores.
Por su parte, Alejandro Castagnolo, influencer conocido en Instagram como Un papá con barba, asegura que todos somos seres creativos aunque, a veces, no encontramos la manera de sacar esa creatividad a la luz. Sin embargo, con la llegada de su primer hijo creó @unpapaconbarba para combatir el miedo de ser padre y nunca imaginó tener tantos miles de seguidores. Desde ese momento, la prueba de cómo poner la imaginación al servicio de la creatividad, para él, quedó superada.
“Mediante la imaginación constructiva, uno toma conceptos y conocimientos de distintas arenas, los asocia, puede visualizarlos y luego materializar soluciones a conflictos nuevos que se nos presenten en la vida”, finaliza Campomar.