Con su especial arquitectura, el edificio fue construido en la década de 1920 y utilizado como fábrica y depósito de aceites hasta el año 1992. Años más tarde fue adquirido con el fin de crear la Ciudad Cultural Konex y convertirlo en un referente de la actividad cultural de nuestro país.
El Estudio Clorindo Testa y Asociados fue el encargado de transformar la vieja aceitera en un original espacio manteniendo intactos los detalles arquitectónicos de la época.
Hoy en día, el complejo ocupa gran parte de la superficie del antiguo predio con una refuncionalización de sus instalaciones en donde conviven y se interrelacionan todo tipo de expresiones artísticas con el objetivo común de aportar un enriquecimiento cultural y artístico a la comunidad.