¿Dónde radica la importancia de la reconexión con la comida real? En su potencia para revincularnos con estos cuerpos que somos, con la naturaleza, con nuestra historia en común. En su capacidad transformadora, de lo personal hacia lo colectivo. Cambiar la forma de comer nos cambia, nos resitua, nos reconcilia.
Cuando nos alimentamos siempre recibimos información. Por eso este sistema no podría tener otra comida que la que ofrecen los supermercados. Cosas adictivas que provienen de granjas industriales, campos tóxicos y fábricas expertas en desarrollar los más perfectos artificios. Productos que no solo devastan cuerpos y territorios, sino que funcionan antes como dispositivos de desconexión y alienación. La comida de este sistema es una que nos pide despojarnos de nuestras cualidades humanas como la sensibilidad, la vincularidad, la curiosidad. Compramos, comemos, y preferimos no saber porque saber descubre historias de una violencia atroz.
Pasar de este menú anestésico a uno de comida real, con ingredientes que provengan de territorios en los que no se escriben historias de destrucción sino de reparación; ser partícipes de eso que llega a nuestros platos; animarnos otra vez a tocar, oler, probar, experimentar mientras cocinamos y comemos, son acontecimientos disruptivos y sobre todo inesperados: de repente abandonamos el juego que necesita de nuestra inercia para funcionar.
La comida real es una herramienta poderosa que permite la reapropiación del deseo: esa fuerza vital capaz de transformarlo todo.
Con la cocina como centro, este encuentro propone brindar herramientas teóricas y prácticas (no, no es un curso de cocina pero claro que habrá recetas) para, entre nuevas narrativas y sabores genuinos, recuperar lo que nos pertenece.
El streaming en vivo contará con espacio para preguntas e intercambio a través del chat.
Al finalizar quienes participen recibirán un Kit de activación: apuntes con ideas, propuestas y preparaciones para adentrarse en este territorio de fuegos y alquimia donde cocinar un presente más amoroso y rico, y un futuro posible.